Indicis

Por igual

Al captar una fotografía, al formar una escultura, Laia Moretó Alvarado integra indicios y silencios.

Indicios. En la imagen la parte nítida; la forma y la textura en la pieza. Concreciones que nos acercan a la naturaleza de los sentidos, a una percepción primaria -y por eso parcial- que nos remite al tiempo de la memoria. Se ve el todo pero sólo se mira el acontecer. 

 

Silencios. El desenfoque en la imagen, y el juego de la luz en la pieza, crean una ausencia, un vacío de signos y de recuerdos pero pleno de sensaciones. El todo nos influye pero se siente sólo la cercanía de lo que nos envuelve. 

 

Desde el conjunto de su obra se nos plantea cómo el medio induce a un encuentro determinado. En palabras de la autora: La fotografia crea un camí entre la realitat i la seva representació (…) y Entenc l'escultura com bellesa i fatalitat (…). En ambos casos se expone una dualidad: realidad y representación; belleza y fatalidad. Pero en toda realidad existe la belleza como indicio de una búsqueda; como el silencio es la fatalidad de todo intento de representación. Se mantiene así un mismo principio formal de creación con un resultado diferente en apariencia pero no en esencia. De este modo sus fotografías mantienen una dimensión escultórica como en sus esculturas yace una luz fotográfica.

La fotografía y la escultura de la autora crean un círculo que unifica y nos guía hacia el Claro del Bosque de María Zambrano, ese lugar que es un centro en el que no siempre es posible entrar y que desde la linde se le mira. Es en esa distancia donde se nos permite contemplar. Se nos impone un límite, un lugar donde no habrá más encuentro que la experiencia previa a su llegada. Un viaje que Laia Moretó Alvarado nos hace recorrer a través de su concepción del lenguaje: no hay indicio sin silencio.

Llorenç Raich